Durante el pasado mes de agosto
el festival Viñetas desde o Atlántico celebró su vigésima edición en la ciudad
de A Coruña, con un brillante plantel de artistas invitados/as entre los que se
encontraba el canadiense Cameron Stewart,
uno de los valores en alza del mercado americano, coautor de la flamante y
exitosa revisión de “Batgirl”, “El club de la lucha 2” secuela de la
novela de Chuck Palahniuk, “Assassin’s
Creed: the fall” o su personal novela gráfica “Sin título”, con las que se ha convertido por méritos propios en
uno de los artistas del momento. Y hasta allí se trasladó nuestro reportero
Roberto M. Lamosa, quien con la inestimable ayuda de la intérprete Tati Mancebo pudo entrevistar al afable artista canadiense, que compartió unos gratos momentos con
nosotros para hablar sobre su carrera y trabajos más recientes.
____________________________________________
Haciendo un rápido repaso a tu carrera artística me resulta
especialmente llamativo el hecho de que seas un artista de formación autodidacta
que en pocos años ha logrado convertirse en una de las figuras más importantes
de la escena actual del comic ¿En qué momento supiste que te querías dedicar a
esto?
Realmente no lo sé, no puedo
recordar el momento exacto, sé que siempre he dibujado desde que era un niño y
leía un montón de cómics también. Creo que fue en algún momento durante mis
años de instituto, cuando empecé a prestar atención y tomar nota de determinados
escritores y artistas y fijarme en cierto material, sin importar mucho quién lo
hiciera. En esa época me empecé a dar cuenta de que mucho de lo que me gustaba
eran obras de Grant Morrison, Alan Moore… y así es como empecé a interesarme en
los cómics como un medio no sólo para contar historias, sino también como una
carrera profesional, era consciente de que la gente se ganaba la vida haciendo
esto.
Ya que mencionas a Grant Morrison, tus comienzos están más vinculados
al mundo de la animación, pero tu salto al mundo del cómic llegaría gracias la
ayuda de Grant. Y de esa colaboración surgirían títulos realmente importantes.
Iba a preguntarte precisamente por qué vuestra relación profesional
había durado tanto tiempo, pero ya veo que desde el principio hubo una conexión
especial…
Sí, creo que vio claramente que
yo era alguien que podía trasladar sus ideas a las páginas, ya sabes… una del
puñado de personas en las que confiaba…
¿Y realmente esperabas que él iba a leer tus comentarios en internet?
(Risas) No, en absoluto, ni se me
había pasado por la cabeza. Yo era joven y estaba enfadado, puse todo eso en
internet para que lo leyeran otros fans, no el autor. Ahora ya estoy muy
prevenido de todo eso, cualquier cosa que escribas en internet puede ser leída
por cualquiera (risas)… A pesar de todo, aquello jugó a mi favor, aunque estuve
realmente asustado por estar a punto de arruinar mi carrera, pero al final todo
acabó bien.
Demos un pequeño salto para hablar de tu trabajo en la serie A.I.D.P. (el capítulo “Exorcismo” aún no publicado en España
en la fecha de la entrevista). Me gustaría saber cómo fue tu forma de llegar a
esta serie y si volveremos a ver futuras colaboraciones en ella.
Llegó después de que Dark Horse
publicara mi propia novela gráfica “Sin
título”. Mi editor para ese libro también era el editor de A.I.D.P. y Hellboy. A él le emocionaba la idea de que yo trabajara haciendo
algo en alguna de las dos series y vio una oportunidad en el personaje
protagonista de esta historia… En realidad yo no la creé, el personaje aparecía
con anterioridad en un comic, pero tenía un rol menor. Así que vieron una
oportunidad para cogerla y expandir su historia. Creo que realmente solo
querían brindarme la oportunidad, porque en ese punto yo no había escrito
material profesionalmente, solo había escrito mi propio libro, pero no había
escrito nada para una gran editorial. Creo que simplemente quisieron ayudarme a abrirme el
camino, me dijeron que podía escribir algo si quería y así lo hice. Mike Mignola tiene en
realidad el control completo de todo, ya sabes… básicamente yo escribí mi guion
y Mike lo repasó, dándome un montón de notas útiles, al fin y al cabo él es
conocedor de su propia mitología en el universo Hellboy y todo eso junto aparece ahí. Así que sí, realmente fue una
oportunidad única poder trabajar en ello, pero no creo que mi participación
vaya a ser mayor que la de ese episodio… quién sabe.
(Risas) Es gracioso, porque es
muy autobiográfica y la gente nunca me cree cuando lo digo; las partes que son
verdaderamente autobiográficas son aquellas que nunca creerías que lo son,
aquellas que parecen más fantásticas e imposibles son aquellas que dibujé a
partir de una experiencia directa, algunas vienen de sueños que he tenido,
otras de las impresiones emocionales que preservo de mi infancia… que puede que
no sean estrictamente exactas a cómo sucedieron, pero son tan cercanas como fui
capaz de plasmar al concretar esos recuerdos. De modo que sí, todos los personajes
que aparecen son o gente que conocí, o mis padres… el personaje principal en
muchos sentidos está basado en mí mismo, un par de cosas fueron cambiadas,
claro, para no hacerlas tan reconocibles. Es el trabajo más personal que haya
hecho nunca, sin duda… (risas).
Y la segunda pregunta es ¿Te sientes más cómodo teniendo control
absoluto de la obra, como en este caso, donde la has escrito, dibujado y
publicado; o prefieres las colaboraciones con otros autores?
En realidad prefiero continuar
escribiendo y dibujando el material con el que trabajo, me siento más feliz
manteniendo el control. Indudablemente colaboro mucho y las colaboraciones
tienen sus beneficios, mis debilidades se compensan con las fortalezas de la
otra persona y viceversa. En ocasiones es más fácil trabajar con alguien,
porque gran parte del trabajo difícil ya está hecho, me entregan el guion y es
algo de lo que ya no me tengo que preocupar ¡y eso está genial! Pero después…
ilustrar la historia de otra persona es algo puramente visual… En definitiva, fijándome en mi carrera
prefiero contra mis historias y no las de otro.
Hablemos de “El Club de la lucha”
¿Cómo acabó ese proyecto en tus manos?
Bueno, cuando escuché por primera
vez que se planeaba hacer una secuela de “El
club de la lucha” me pareció una idea terrible; como tantos otros yo era un
gran fan de la obra de Chuck, el impacto cultural de “El club de la lucha” es innegable y pensar en una continuación incluso
me pareció innecesario. Pero por otra parte pensé – si alguien va a hacer ese trabajo tengo que ser yo – Así que lo que
hice fue dibujar un puñado de páginas adaptando uno de los capítulos de la
novela y se las mostré al editor de Dark Horse que llevaba el proyecto,
básicamente fue como hacer un casting para dibujar el cómic. No sé si fue por
eso o porque vieron mi entusiasmo por querer formar parte de ello, pero de
alguna manera les convencí.
Me imagino que el proceso creativo debió ser especialmente colaborativo
entre Chuck Palahniuk (autor de la novela original), Dave Stewart (colorista),
tú mismo y el equipo editorial. Quiero decir… Chuck es un veterano novelista pero
un recién llegado al mundo del cómic ¿Fue difícil trabajar con él?
No, en absoluto. Chuck siempre
tuvo muy claro que quería que su historia fuera un cómic y no cualquier otro
formato, pero es cierto que desconocía totalmente el medio. Desde el principio
nos entregó un guion completo de la serie, lo cual no es muy habitual y eso me
ayudó mucho para hacerme una idea global de cómo afrontar el proyecto, es
decir, podía ver la idea, lo que quería contar y hacia dónde quería encaminarla.
Pero a medida que le íbamos mostrando los avances de nuestro trabajo él se daba
cuenta de la dinámica y funcionamiento de este medio y cómo nosotros debíamos
adaptar su guion, es decir, él era consciente de cómo lo habíamos cambiado y de
que debía reescribir su texto para este nuevo lenguaje. Ese mismo verano nos
reunimos todos en Portland, Chuck, Dave, Nate Piekos, Scott Allie y yo para
vernos cara a cara y allí realizamos una tormenta de ideas, yo tenía mis dudas
sobre si Chuck sería muy controlador, pero realmente hizo que todo el proceso
fuera muy llevadero, siempre confió en que yo sabía cómo hacer mi trabajo, por
lo que estaba muy abierto a aceptar ideas. Fue genial poder formar parte de
todo ese proceso creativo.
También tuvimos que trabajar
mucho en el aspecto gráfico, porque todo tenía que tener un nuevo diseño pero
seguir siendo reconocible. Cuando uno piensa en El club de la lucha a su mente vienen rápidamente las caras de Brad
Pitt o Ed Norton, pero no podíamos permitir que hubiera ningún parecido con la
película, ya que todo eso es propiedad de 20th
Century Fox. Así que me propuse dibujar a Tyler, Marla y demás personajes
tal y como yo me los había imaginado, tal y como estaban descritos en el libro.
Por suerte a él le parecieron muy fieles a los personajes de su novela y
enseguida los aceptó. Además queríamos mantener ese aspecto transgresor con el
que la película conseguía desafiar a la propia pantalla: secuencias temblorosas
y desenfocadas, personajes hablando al espectador, imágenes que aparecen y desaparecen…
En el cómic todavía se puede ver mucho de eso: elementos que invaden las
páginas, viñetas que se desmoronan… Dave Stewart también hizo magia con sus
colores, en ocasiones incluso puedes ver cómo éstos se desplazan de las viñetas
cuando los personajes reciben un buen golpe…
Sobra decir que “El club de la
lucha” fue una novela de culto que posteriormente se convertiría en una
película de culto, ambas tan veneradas como malinterpretadas, pero en cualquier
caso con una legión de fans alrededor del mundo ¿Sentisteis mucha presión
mientras trabajabais en esta secuela?
Cierto, no niego que teníamos un
trabajo difícil entre manos. Si te das cuenta la historia fue muy mal entendida
por los fans, es decir, Tyler Durden es el malo de la película, pero la gente
no lo veía así, defendía sus actos, o repetía sus frases como un mantra
absurdo…
Quizás el esquema cinematográfico clásico de protagonista-héroe diera lugar a tal idea…
Sí, puede ser… pero ciertamente
no era el bueno, puedes estar más o menos de acuerdo con su ideario, pero Tyler
hacía cosas terribles para conseguir lo que quería… es una locura (risas), pero
mucha gente no lo vio así. Desde luego Chuck cuenta con una apasionada
audiencia y sabíamos que habría mucha expectación cuando se publicara el nuevo
cómic, pero es algo que no nos iba a afectar, me preocupaba más hacer una obra
accesible para un público no muy familiarizado con los cómics. Lo cierto es que
Chuck reescribió varias veces la historia a medida que ésta avanzaba y se
podría decir que en gran medida de eso trata la propia historia.
Tampoco podemos dejar de hablar de “Batgirl”,
donde formaste equipo artístico con Brenden Fletcher y Babs Tarr, y de donde
salió uno de los títulos más rentables y sorprendentes de los últimos años. La
cuestión es si este éxito fue algo realmente inesperado para vosotros o ya
veíais una veta de oro cuando os ofrecieron el proyecto.
Y tu colaboración con Brenden y Babs se ha prolongado con vuestro más
reciente trabajo, aún no publicado en España, titulado “Motor Crush” ¿Qué nos puedes contra de él?
Ehhhh… pues es un proyecto personal
en el que queríamos meternos desde hace tiempo. ”Motor Crush” es una historia de ciencia ficción y acción,
ambientada en una sociedad futura donde las carreras de motos se han convertido
en el deporte más popular y los pilotos son auténticas celebridades; Domino
Swift es la protagonista, una ruda motorista que por el día compite en la liga oficial, pero por las
noches participa en violentas carreras ilegales por las calles de la ciudad,
enfrentándose a bandas rivales en una pelea para controlar una sustancia
llamada crush, una extraña droga, pero una droga que
no es para las personas sino para las motos (risas), que las hace más potentes
y también crea una dependencia en ellas.
Veníamos de hacer Batgirl, que estaba orientada hacia un
público más juvenil y nos apetecía hacer algo más… duro, quizás para un público
más adulto. En este trabajo hay cierta influencia de obras como Akira, Speed Racer, etc… En “Motor
Crush” habrá bastante aventura, violencia, quizás algo de sexo, pero
también habrá tiempo para algo de romance; Domino tiene una relación
conflictiva con su exnovia, pero durante el transcurso de estas carreras volverán
a encontrarse y claro… intentará recuperar los lazos perdidos. Y por supuesto está
el misterio de por qué es tan importante para ella conseguir esa droga a
cualquier precio.
¿Pero realmente se sabe qué es el crush,
o es algo que nunca llegaremos a conocer?
(risas) Sí, bueno… es algo que sé
desde el principio, incluso antes de escribir la historia, pero no podemos
decirlo (risas)… Ahí está el meollo de la cuestión.
Para terminar… ¿presentes o futuros proyectos?
Bueno… no puedo decirte nada
concreto, pero sigo muy entusiasmado con continuar haciendo cómics, con “Motor Crush”, escribir, quizás repetir
la experiencia con videojuegos o algo en audiovisual… es muy pronto para poder
decir nada.
Bueno Cameron, pues solo puedo agradecerte el tiempo que has tenido
para nosotros y desearte lo mejor en esos proyectos. Mientras tanto esperaremos
impacientes por “Motor Crush”.
____________________________________________
Nuestros agradecimientos a toda la
organización de Viñetas desde o Atlántico por hacer posible este encuentro. Y a
Tati Mancebo por su inestimable ayuda con la traducción y sus valiosos aportes
a esta entrevista.
Roberto M. Lamosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario